La Perfecta Cabrona

Aventuras de una joven desventurada en el amor

Friday, August 05, 2005

Cabrona, pero definida...


Eso de que no puedes decir que algo no te gusta si no lo has probado, a mi nada más no me va.

No hace mucho conocí a un empresario joven, guapo, culto, agradable, caballeroso, en pocas palabras, el príncipe azul que la mayoría de las mujeres buscan.

Dedicada en aquel tiempo a organizar eventos de publicidad para una agencia automotriz en México, nos encontramos en uno de tantos.

Mario, de ascendencia francesa, se dispuso a conocerme en el transcurso de nuestro evento.

El trato laboral se extendió por varios meses, se convirtió en uno de nuestros proveedores potenciales, comenzó una bonita amistad, nos contamos algunos pasajes de nuestras vidas y comenzamos a salir con frecuencia.

La convivencia se fue convirtiendo en una relación con más peso, no éramos novios, pero había besitos y caricias. Un día me invitó a su departamento a comer, escuchar música y pasar un rato agradable. La invitación fue aceptada y pactamos la hora de la cita.

Llegó el sábado a las 16:00 horas, el timbre de su departamento sonaba, se abrió la puerta. Una chica muy guapa en ropa interior muy especial (corset de piel negro, con liguero y medias del mismo color) apareció del otro lado y me invitó a pasar.

Yo muy sorprendida pregunté por Mario, al tiempo que él se asomó, me tomó de la mano y me adentró al lugar. Después de las presentaciones pregunté con especial curiosidad, quién era la chica.

La respuesta la dió ella, Valeria: "Soy la novia de Mario".

En ese momento pensé en salir corriendo, pero mi temple de Perfecta Cabrona lo impidió.

Con toda serenidad cuestioné si no interrumpía algo importante y sugerí retirarme del lugar.

Mario se levantó de inmediato y me dijo que no había ningún problema, que Valeria estaba completamente enterada de nuestra amistad, de hecho, ella sugirió el encuentro.

Conforme pasaron los minutos la charla comenzó a tomar forma, Valeria dejó mostrar cada vez más sus tendencias. Es la novia de mi amigo, pero a su vez ella tiene novia. ¡Ah caray!

Sin más cuestionamientos me dí cuenta de lo que planeaban. Un encuentro de tres!!!!!!!!!!!!!!!!

Valeria intentó persuadirme de entrar en el juego, haciendo alusión a los motivos que la llevan a tener esas tendencias. Bien claro me quedó que a Mario le encanta que su novia sea lesbiana y hasta le consigue las novias, por supuesto, también deben gustarle a él.

Sin tener que soportar más los argumentos y acosos de los dos para formar parte del trío amoroso, les informé firmemente que no había experimentado nunca una relación lésbica y que no tenía ni la más mínima curiosidad por llevarla acabo.

Tomé mi bolso y me dirigí a la puerta. Mario, con la caballerosidad que lo distingue, me acompañó.

Una vez fuera de su departamento le dije una cosa: "Estarás bien seguro que soy una total y Perfecta Cabrona, pero yo te confirmo que, a parte de Perfecta Cabrona, soy completamente definida. Me gustan los hombres."

0 Comments:

Post a Comment

<< Home